Venta de empresas: Claves para negociar y cobrar el precio aplazado

El apazamiento del pago en la compraventa de empresas es una práctica común, especialmente en transacciones de alto valor. Sin embargo, puede implicar riesgos significativos si no se establecen las garantías adecuadas. En este artículo te explicamos cómo negociar correctamente las condiciones del pago aplazado para asegurar que recibas el dinero acordado en su totalidad.

¿Por qué se aplaza el pago en la compraventa de empresas?

En muchas ocasiones, cuando se vende una empresa, una parte del precio se paga en plazos. Esto suele estar condicionado al cumplimiento de ciertos objetivos futuros o eventos específicos relacionados con la operación del negocio. Por esta razón, es fundamental que el vendedor negocie cuidadosamente los términos del aplazamiento, asegurando que exista claridad y garantías para recibir el precio total pactado.

Estrategias para negociar un pago aplazado seguro

Al vender una empresa, el vendedor debe protegerse ante posibles incumplimientos del comprador. Estas son algunas estrategias clave:

1. Exigir garantías: El vendedor puede requerir que el pago aplazado esté respaldado por un aval bancario, un depósito notarial o el pignoramiento de una cuenta bancaria. De esta manera, se asegura que los fondos estén disponibles cuando se cumplan las condiciones acordadas.
2. Asegurar acceso directo a los fondos: No basta con que el dinero esté reservado. Es esencial que el vendedor pueda acceder a esos fondos una vez que se cumplan las condiciones pactadas, sin depender de la autorización del comprador. Esto previene retrasos y evita complicaciones innecesarias.
3. Instrucciones claras: Si los fondos están depositados en una cuenta bancaria o notarial, deben existir instrucciones precisas que detallen cuándo y cómo se liberará el dinero. Esto incluye los documentos que el vendedor deberá presentar para reclamar el pago, como certificados administrativos o contratos firmados.

Cómo gestionar los plazos según el tipo de acuerdo

El vendedor debe ser capaz de supervisar el cumplimiento de los objetivos que condicionan el pago aplazado. Si el acuerdo estipula que la empresa debe alcanzar un cierto volumen de ventas, es crucial que el vendedor tenga acceso a la información financiera de la empresa. Esto es especialmente importante si el vendedor sigue vinculado a la empresa tras la venta.

Si el vendedor ya no forma parte de la empresa, se deben pactar mecanismos para recibir informes periódicos y tener acceso a la contabilidad, para verificar que se están cumpliendo las condiciones del acuerdo. Además, en caso de que el pago dependa de la firma de contratos clave con clientes, el vendedor debe poder participar activamente en las negociaciones y se debe establecer un plazo claro para cumplir este objetivo.

Protección ante deudas no previstas

Es común que el comprador retenga una parte del precio aplazado en caso de que aparezcan deudas no conocidas en el momento de la compraventa, como resultados de inspecciones fiscales o reclamaciones legales. En estos casos, es importante acordar de antemano cómo se gestionarán estas deudas, garantizando que se trate de obligaciones previas a la venta y no de deudas contraídas después.

Además, el vendedor debe estar informado de cualquier incidencia de inmediato y tener la oportunidad de presentar alegaciones si es necesario. Si no se le notifica a tiempo, su responsabilidad frente a estas deudas debería quedar exonerada.

Avales bancarios como garantía

Una de las mejores maneras de garantizar el cobro del precio aplazado es solicitar un aval bancario solidario a primer requerimiento. Esto significa que, en caso de que el comprador no cumpla con los pagos, el vendedor puede reclamar el importe directamente al banco, sin necesidad de acudir a instancias judiciales o enfrentar trámites adicionales.

Negociar el pago aplazado en la venta de una empresa requiere atención a los detalles y la implementación de garantías sólidas para asegurar que el vendedor reciba el dinero acordado. Desde avales bancarios hasta la supervisión de la evolución de la empresa, existen múltiples formas de minimizar los riesgos y proteger tus intereses.

Si tienes cualquier duda o necesitas asesoramiento para gestionar la compraventa de tu empresa, no dudes en contactar con nuestro despacho profesional.