Cuando una empresa enfrenta tiempos difíciles y acumula pérdidas, a menudo toma medidas para rectificar su situación financiera. Una de estas medidas puede ser la reducción de capital, una estrategia contable que busca equilibrar las pérdidas. Esta decisión puede tener un efecto dominó en las empresas que poseen una participación en la entidad en cuestión. Un punto clave que surge es cómo afecta esta reducción de capital a las obligaciones fiscales de estas empresas asociadas.
¿Qué implica la reducción de capital para las empresas asociadas?
La normativa fiscal es clara al respecto: si una empresa reduce su capital para compensar sus pérdidas, esto no se considera una pérdida contable o fiscal para sus socios o empresas asociadas. Esto significa que no habrá un impacto directo en la declaración de impuestos de la empresa que posee una participación en la entidad que ha reducido su capital.
¿Qué dice el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC)?
De acuerdo con el ICAC, la reducción de capital no resulta en un registro contable para los socios siempre que la empresa continúe operando normalmente. La excepción a esto sería si la empresa en la que se tiene participación está tan cerca de la liquidación que no parece probable que se recupere, en cuyo caso la inversión puede darse de baja.
Lo que la Ley del Impuesto sobre Sociedades y sus Implicaciones
El artículo 11.5 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS) establece que no se integrarán en la base imponible las inversiones que no hayan sido deducibles en el pasado. Además, el artículo 17.10 de la LIS indica que cualquier reducción de capital que no implique la devolución de aportaciones no producirá ganancias o pérdidas que afecten los impuestos a pagar.
Normativa del Impuesto sobre Sociedades: La reducción de capital no determinará para los socios rentas integrables en la base imponible
Consideraciones finales
De esta forma, la reducción de capital que se realiza para equilibrar las cuentas no debería tener un efecto adverso en la declaración de impuestos de las empresas asociadas. Esto ha sido respaldado por la Consulta Vinculante de la Dirección General de Tributos (2349-23 , de 29 de agosto de 2023), proporcionando así una mayor seguridad jurídica a las empresas que se encuentran en esta situación.
En conclusión, aunque la reducción de capital puede ser una señal de que una empresa está lidiando con desafíos financieros, para los socios e inversores, este movimiento contable no debería causar preocupación desde el punto de vista fiscal. Sin embargo, es fundamental mantenerse al tanto de la situación financiera de las empresas en las que se tiene participación y consultar con expertos en contabilidad y fiscalidad para navegar por estas situaciones complejas.
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